Peces Marinos - Payasos

Nombre científico: Amphiprion chrysogaster
Nombre común en inglés: Mauritian anemonefish
Nombre común en español: Pez payaso mauritano
Familia: Pomacentridae
Origen: Océano Índico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso mauritano Amphiprion chrysogaster fue descrito por Cuvier en 1830.

Es originario del Océano Índico Oriental, de Mauritius y las islas Reunion.

Su coloración corporal es muy oscura en el lomo, naranja en la zona ventral y su aleta caudal es oscura. Tiene tres franjas verticales blancas. Una en la cabeza, justo detrás del ojo, que se hace más angosta en su garganta. La siguiente aproximadamente en la mitad de su cuerpo, desde la aleta dorsal hasta su vientre y la última en el pedúnculo caudal, que se extiende hasta el borde superior de su aleta caudal.

Este pez puede llegar a medir alrededor de 15 cm.

Este pez vive en las lagunas y en los arrecifes exteriores, a profundidades que van de 2 a 40 m.

Son peces que no emigran y entablan una curiosa relación simbionte con las anémonas. En la naturaleza solamente se encuentran hospedados en las anémonas Heteractis aurora, Heteractis magnifica, Macrodactyla doreensis, Stichodactyla haddoni y Stichodactyla mertensii. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento, la oxigena y la limpia.

Desde que eclosionan, usan un identificador químico que la anémona segrega, para identificar y localizar la especie exacta de anémona que les servirá de hogar y refugio. A esto se debe que no establezcan una relación simbionte con cualquier anémona en cautiverio.

Los A. Chrysogaster se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Existen varias hipótesis para tratar de explicar la habilidad de este pez para vivir en la anémona sin que esta le haga daño. Un estudio llevado a cabo en Marineland of the Pacific por el Doctor Demorest Daventport y el Doctor Kenneth Norris en 1958 reveló que la mucosidad que segregan por la piel previene que la anémona descargue sus letales nematocistos. Una segunda hipótesis es que el A. Chrysogaster ha adquirido inmunidad a las toxinas de la anémona, y se ha demostrado experimentalmente que el fenómeno es una combinación de las dos hipótesis.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Chrysogaster adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Chrysogaster en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una de las bombas del acuario o algún otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a los A. Chrysogaster es de 300 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Chrysogaster son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Chrysogaster grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

Nombre científico: Amphiprion clarkii
Nombre común en inglés: Clarkii clownfish
Nombre común en español: Pez payaso clarkii
Familia: Pomacentridae
Origen: Océanos Índico y Pacífico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El Amphiprion clarkii  es quizá, junto con el Amphiprion ocellaris y el Amphiprion percula, uno de los peces más populares en el mundo del acuario marino.

Es parte de la familia Pomacentridae, a la que representan 29 especies conocidas.

También se les conoce como peces de anémona porque, como casi todos los miembros de la familia  Pomacentridae, forman una curiosa relación simbionte con las anémonas, y en la naturaleza solamente se encuentran hospedados en ellas. Se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Segregan una mucosidad por su piel que los “esconde” y la anémona es incapaz de notar su presencia. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento y limpieza a la anémona.

Los A. Clarkii reproducidos en cautiverio siempre van a ser más resistentes y adaptables a la vida en el acuario que los capturados en la naturaleza. Quizá sean un poquito más caros, pero al adquirir peces criados en cautiverio estaremos evitando la depredación del Océano. Además, el haber nacido en cautiverio los hace ser extremadamente resistentes, por lo que son peces ideales para aquellos que apenas empiezan en el maravilloso mundo de los acuarios marinos.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos Clarkii adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos Clarkii en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una bomba u otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

20 galones (75 litros) es el tamaño mínimo recomendable del tanque en el que podemos mantener a los A. Clarkii.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Clarkii son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Clarkii grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

Estos peces pueden reproducirse en cautiverio, pero primero es necesario tener una pareja formada y establecida.

Depositan la puesta de huevos sobre una amplia variedad de objetos. Desde las rocas vivas, la base de algún coral, pedazos de PVC e incluso pequeñas macetas de plástico.

Los alevines, después de eclosionar, se alimentan de rotíferos por unos días y, cuando están más grandes y desarrollados, se alimentan de artemias enriquecidas recién eclosionadas.

El proceso es largo pero maravilloso e interesante. Si se desea aprender más, existen dos libros muy recomendables:

  • Breeders guide to marine aquarium fishes por Matt Wittenrich
  • Clownfishes, por Joyce Wikerson

Nombre científico: Amphiprion fuscocaudatus
Nombre común en inglés: Seychelles anemonefish
Nombre común en español: Pez payaso de Seychelles
Familia: Pomacentridae
Origen: Océano Índico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso de Seychelles Amphiprion fuscocaudatus fue descrito por Allen en 1972.

Es originario del Océano Índico Oriental, de Seychelles y Aldabra.

La coloración corporal de este pez es café oscuro con anchas áreas amarillo-oro, incluyendo las aletas pectorales. Tiene tres anchas franjas corporales.

Este pez llega a medir aproximadamente 14 cm.

Este pez vive en las lagunas y en los arrecifes protegidos de las corrientes marinas, a profundidades que van de 5 a 30 m.

Son peces que no emigran y entablan una curiosa relación simbionte con las anémonas. En la naturaleza solamente se encuentran hospedados en la anémona Stichodactyla mertensii. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento, la oxigena y la limpia.

Desde que eclosionan, usan un identificador químico que la anémona segrega, para identificar y localizar la especie exacta de anémona que les servirá de hogar y refugio. A esto se debe que no establezcan una relación simbionte con cualquier anémona en cautiverio.

Los A. Fuscocaudatus se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Existen varias hipótesis para tratar de explicar la habilidad de este pez para vivir en la anémona sin que esta le haga daño. Un estudio llevado a cabo en Marineland of the Pacific por el Doctor Demorest Daventport y el Doctor Kenneth Norris en 1958 reveló que la mucosidad que segregan por la piel previene que la anémona descargue sus letales nematocistos. Una segunda hipótesis es que el A. Fuscocaudatus ha adquirido inmunidad a las toxinas de la anémona, y se ha demostrado experimentalmente que el fenómeno es una combinación de las dos hipótesis.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Fuscocaudatus adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Fuscocaudatus en nuestro acuario: 

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una de las bombas del acuario o algún otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose. 

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a los A. Fuscocaudatus es de 300 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Fuscocaudatus son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Fuscocaudatus grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

Nombre científico: Amphiprion latezonatus
Nombre común en inglés: Wide band anemonefish
Nombre común en español: Pez payaso de franjas anchas
Familia: Pomacentridae
Origen: Océano Pacífico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso de franjas anchas Amphiprion latezonatus fue descrito por Waite en 1900.

Es originario del Océano Pacífico, de Australia y Nueva Caledonia.

Su coloración corporal general café oscuro y tiene tres anchas franjas blancas (especialmente la de la mitad de su cuerpo). Su aleta caudal es negra con el borde trasero transparente.

Este pez puede llegar a medir alrededor de 14 cm.

Vive en los arrecifes coralinos o rocosos, a profundidades que van de 10 a 45 m.

Son peces que no emigran y entablan una curiosa relación simbionte con las anémonas. En la naturaleza solamente se encuentran hospedados en determinadas anémonas, aunque se desconoce exactamente en cual. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento, la oxigena y la limpia.

Desde que eclosionan, usan un identificador químico que la anémona segrega, para identificar y localizar la especie exacta de anémona que les servirá de hogar y refugio. A esto se debe que no establezcan una relación simbionte con cualquier anémona en cautiverio.

Los A. Latezonatus se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Existen varias hipótesis para tratar de explicar la habilidad de este pez para vivir en la anémona sin que esta le haga daño. Un estudio llevado a cabo en Marineland of the Pacific por el Doctor Demorest Daventport y el Doctor Kenneth Norris en 1958 reveló que la mucosidad que segregan por la piel previene que la anémona descargue sus letales nematocistos. Una segunda hipótesis es que el A. Latezonatus ha adquirido inmunidad a las toxinas de la anémona, y se ha demostrado experimentalmente que el fenómeno es una combinación de las dos hipótesis.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Latezonatus adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Latezonatus en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una de las bombas del acuario o algún otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a los A. Latezonatus es de 300 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Latezonatus son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Latezonatus grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

Nombre científico: Amphiprion latifasciatus
Nombre común en inglés: Madagascar anemonefish
Nombre común en español: Pez payaso de Madagascar
Familia: Pomacentridae
Origen: Océano Índico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso de Madagascar Amphiprion latifasciatus fue descrito por Allen en 1972.

Es originario del Océano Índico Oriental, de las zonas que abarcan Comoros y Madagascar.

Su coloración corporal es negro-café, tiene dos franjas blancas, su hocico, aletas y vientre son amarillos. Su aleta caudal está ligeramente bifurcada y puede llegar a medir alrededor de 13  cm.

Vive en las lagunas o en los arrecifes exteriores, a profundidades que van de 1 a 12 m.

Son peces que no emigran y entablan una curiosa relación simbionte con las anémonas. En la naturaleza solamente se encuentran hospedados en la anémona Stichodactyla mertensii. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento, la oxigena y la limpia.

Desde que eclosionan, usan un identificador químico que la anémona segrega, para identificar y localizar la especie exacta de anémona que les servirá de hogar y refugio. A esto se debe que no establezcan una relación simbionte con cualquier anémona en cautiverio.

Los A. Latifasciatus se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Existen varias hipótesis para tratar de explicar la habilidad de este pez para vivir en la anémona sin que esta le haga daño. Un estudio llevado a cabo en Marineland of the Pacific por el Doctor Demorest Daventport y el Doctor Kenneth Norris en 1958 reveló que la mucosidad que segregan por la piel previene que la anémona descargue sus letales nematocistos. Una segunda hipótesis es que el A. Latifasciatus ha adquirido inmunidad a las toxinas de la anémona, y se ha demostrado experimentalmente que el fenómeno es una combinación de las dos hipótesis.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Latifasciatus adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Latifasciatus en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una de las bombas del acuario o algún otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a los A. Latifasciatus es de 300 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Latifasciatus son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Latifasciatus grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

  • Debido a que es un pez payaso poco común, de momento esta ficha carece de imágenes.

Nombre científico: Amphiprion mccullochi
Nombre común en inglés: Whitesnout clownfish
Nombre común en español: Pez payaso de hocico blanco
Familia: Pomacentridae
Origen: Océano Pacífico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso de hocico blanco Amphiprion mccullochi fue descrito por Whitley en 1929.

Es originario del Océano Pacífico, de la isla Lord Howe y Norfolk.

Tiene el cuerpo casi negro, el hocico y la cola blancos. Tiene una franja blanca aislada por un área negra en los costados de su cabeza.

Este pez puede llegar a medir alrededor de 12 cm.

Vive en las lagunas y en los arrecifes rocosos, a profundidades que van de 2 a 45 m.

Son peces que no emigran y entablan una curiosa relación simbionte con las anémonas. En la naturaleza solamente se encuentran hospedados en la anémona Entacmaea quadricolor. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento, la oxigena y la limpia.

Desde que eclosionan, usan un identificador químico que la anémona segrega, para identificar y localizar la especie exacta de anémona que les servirá de hogar y refugio. A esto se debe que no establezcan una relación simbionte con cualquier anémona en cautiverio.

Los A. Mccullochi se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Existen varias hipótesis para tratar de explicar la habilidad de este pez para vivir en la anémona sin que esta le haga daño. Un estudio llevado a cabo en Marineland of the Pacific por el Doctor Demorest Daventport y el Doctor Kenneth Norris en 1958 reveló que la mucosidad que segregan por la piel previene que la anémona descargue sus letales nematocistos. Una segunda hipótesis es que el A. Mccullochi ha adquirido inmunidad a las toxinas de la anémona, y se ha demostrado experimentalmente que el fenómeno es una combinación de las dos hipótesis.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Mccullochi adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Mccullochi en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una de las bombas del acuario o algún otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a los A. Mccullochi es de 300 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Mccullochi son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Mccullochi grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

Nombre científico: Amphiprion melanopus
Nombre común en inglés: Cinnamon clownfish
Nombre común en español: Pez payaso canela
Familia: Pomacentridae
Origen: Indo Pacífico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso A. Melanopus  es rojo oscuro o naranja, con una mancha en forma de “silla de montar” color caoba en la espalda. Los juveniles son rojos y tienen 1 o 2 barras blancas adicionales en la mitad del cuerpo y la base de sus colas. Poseen 10 espinas dorsales, 16 a 18 rayos dorsales suaves, 2 espinas anales y 13 o 14 rayos anales suaves. De adultos pueden llegar a medir más de 12 cm y la hembra generalmente es más grande que el macho.

Vive en Indonesia, al sureste de las Filipinas, Nueva Guinea, Australia, Nueva Britania, las Islas Salomón, Vanuatu, Nueva Caledonia, Fiji, Tonga, las islas Sociedad, Samoa, Carolina, Marianas, Kiribati y Marshall.

También se les conoce como peces de anémona porque, como casi todos los miembros de la familia  Pomacentridae, forman una curiosa relación simbionte con las anémonas Entacmaea quadricolor, Heteractus crispa y Heteractus magnifica, y en la naturaleza solamente se encuentran hospedados en ellas. Se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de estas anémonas. Segregan una mucosidad por su piel que los “esconde” y las anémonas son incapaces de notar su presencia. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso les proporciona alimento, limpieza y oxigenación.

Los A. Melanopus son reproducidos exitosamente en cautiverio, y los ejemplares que han nacido en cautiverio siempre van a ser más resistentes y adaptables a la vida en el acuario que los capturados en la naturaleza. Quizá sean un poquito más caros, pero al adquirir peces criados en cautiverio estaremos evitando la depredación del Océano. Además, el haber nacido en cautiverio los hace ser ideales para aquellos que apenas empiezan en el maravilloso mundo de los acuarios marinos.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Melanopus adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Melanopus en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.

No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido, el cual generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una bomba u otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a estos peces es de 100 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Melanopus son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Melanopus grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

Nombre científico: Amphiprion nigripes
Nombre común en inglés: Maldive clownfish
Nombre común en español: Pez payaso de las Maldives
Familia: Pomacentridae
Origen: Océano Índico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez payaso de las Maldives Amphiprion nigripes fue descrito por Regan en 1908.

Es originario del Océano Índico, de Maldives y Sri Lanka.

Se caracteriza por su coloración naranja óxido con una sola franja blanca que posee detrás de sus ojos.

Este pez puede llegar a medir alrededor de 11 cm.

Generalmente puede encontrarse a lo largo de los bordes de los arrecifes.

Son peces que no emigran y entablan una curiosa relación simbionte con las anémonas. En la naturaleza solamente se encuentran hospedados en la anémona Heteractis magnifica. Mutuamente se protegen de los depredadores, y el pez incluso le proporciona alimento, la oxigena y la limpia.

Desde que eclosionan, usan un identificador químico que la anémona segrega, para identificar y localizar la especie exacta de anémona que les servirá de hogar y refugio. A esto se debe que no establezcan una relación simbionte con cualquier anémona en cautiverio.

Los A. Nigripes se han adaptado maravillosamente para protegerse de los tentáculos urticantes de las anémonas. Existen varias hipótesis para tratar de explicar la habilidad de este pez para vivir en la anémona sin que esta le haga daño. Un estudio llevado a cabo en Marineland of the Pacific por el Doctor Demorest Daventport y el Doctor Kenneth Norris en 1958 reveló que la mucosidad que segregan por la piel previene que la anémona descargue sus letales nematocistos. Una segunda hipótesis es que el A. Nigripes ha adquirido inmunidad a las toxinas de la anémona, y se ha demostrado experimentalmente que el fenómeno es una combinación de las dos hipótesis.

Es un pez pacífico que se lleva bien con los demás peces, chicos o grandes, siempre y cuando no sean de su misma especie. Poner dos A. Nigripes adultos en un tanque pequeño es como poner en un costal a un perro y un gato. Pelearán incansablemente, casi siempre con resultados trágicos para uno de los dos.

Tenemos tres opciones si queremos mantener dos A. Nigripes en nuestro acuario:

  • Comprar una pareja ya bien establecida.
  • Comprar uno pequeño y uno más grande, y esperar a que limen asperezas.
  • Comprar dos pequeños y esperar a que el dominante se convierta en hembra.
  • No podemos tener ninguna garantía de que formen pareja, pero muchas personas han utilizado estos métodos y les han funcionado en el 90% de los casos.

Son peces muy apegados a su territorio, lo que quiere decir que muy raras veces se alejan del sitio que hayan elegido. Este sitio generalmente es su anémona. Si no disponen de una anémona en el acuario, escogerán algún otro coral que les guste e incluso pueden iniciar una “relación simbionte” con una de las bombas del acuario o algún otro objeto que sea de su agrado. A pesar de que en la naturaleza siempre viven en una anémona, en cautiverio no les son en absoluto necesarias para vivir o estar contentos y a gusto. Pueden vivir perfectamente sin ellas. Las anémonas son muy difíciles de mantener en cautiverio, son muy demandantes, requieren iluminación intensa y alimentación específica. Si no podemos darle lo que requiere para sobrevivir, crecer y prosperar, es un hecho que acabará muriéndose.

El tamaño mínimo de acuario recomendable para mantener a los A. Nigripes es de 300 litros.

Estos peces son muy tragones por naturaleza, y en nuestros acuarios comerán prácticamente todo lo que les ofrezcamos. Son omnívoros e incluso pueden comer alimentos elaborados con algas o subproductos cárnicos. Debe dárseles una alimentación lo más variada posible, y la base de ella sería un alimento comercial para peces bien balanceado, con todas las vitaminas y minerales que ellos necesitan. También podemos darles de comer mysis, krill, papillas caseras o comerciales, trocitos de calamar, pescado o camarón, artemias enriquecidas, etc.

Todos los A. Nigripes son hermafroditas protándricos. Esto quiere decir que nacen siendo machos y poseen el potencial de transformarse en hembras. Se dice potencial por que únicamente el más fuerte y dominante del grupo se transformará en hembra. Si ella muere, el macho más dominante del grupo se transformará en hembra para ocupar su lugar, y uno de los machos no reproductores, el siguiente en la jerarquía, se convertirá en el nuevo macho reproductor. Esta transformación es irreversible, por eso jamás se deben comprar dos A. Nigripes grandes si se desea que formen una pareja, pues seguramente acabaremos con dos hembras dominantes y peleoneras.

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