Labropsis Polynesica

Nombre científico: Labropsis polynesica
Nombre común en inglés: Polinesian wrasse
Nombre común en español: Labrido de Polinesia
Familia: Labridae
Origen: Océano Pacífico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez labrido de Polinesia Labropsis polynesica fue descrito por Randall en 1981.

Es originario del este del Océano Pacífico Central, de la zona que abarcan las islas de Cook, Austral, Society y Tuamotu.

Vive a profundidades que van de 15 a 38 m, en las lagunas y en los arrecifes protegidos de las corrientes marinas.

Los juveniles generalmente están asociados con los corales Acropora y se protegen entre sus ramas.

Es obligatoriamente un pez limpiador y picotea los crustáceos parásitos de los demás peces pequeños.

Es un pez muy atractivo. Su cuerpo es alargado y comprimido. Su cabeza es estrecha, su hocico es puntiagudo, su boca es pequeña y sus labios son gruesos y carnosos.

Sus labios y la zona alrededor de su hocico son blancos, el resto de su cabeza es de color negro.

Los juveniles y las hembras pequeñas tienen 3 delgadas franjas oscuras de color azul neón.

La aleta dorsal de los machos es oscura y carecen de la zona de color blanco en la parte posterior de la aleta caudal.

Se desconoce cuánto tiempo puede llegar a vivir.

Este pez puede llegar a medir alrededor de 12 cm.

Este pez es extremadamente difícil de mantener en cautiverio, aunque es muy dócil y tranquilo, de todos los Labropsis, este pez es el que menos posibilidades tiene de sobrevivir en un acuario. Aunque se alimente bien y se le proporcione una dieta adecuada, morirá en un par de semanas o un mes debido a la desnutrición.

A diferencia de los peces limpiadores “facultativos” como los gobios o los camarones, los labridos limpiadores dependen completamente de los parásitos, piel muerta y demás cosas que remueven de sus “clientes”. Esta actividad de limpieza es su principal fuente de alimento.

Puede adaptarse y aceptar alimentos preparados, pero morirá debido a la desnutrición.

Hasta mediados de los 90’s, los labridos limpiadores eran considerados peces benéficos para el acuario. Cientos de miles de estos pequeños peces fueron capturados para satisfacer la demanda de los acuaristas. Pero de estos cientos de miles de peces, solamente unas cuantas decenas sobrevivieron y prosperaron en cautiverio.

Conforme se fue conociendo más acerca de sus requerimientos especializados y se supo de la extrema dificultad para mantenerlos en cautiverio, estos peces nunca más han vuelto a ser considerados adecuados para un acuario marino. Nunca deben ser adquiridos pues es fomentar que se sigan depredando sus poblaciones naturales y que sigan siendo condenados a una horrible muerte por desnutrición.

El pez Labropsis polynesica es carnívoro. Es un pez limpiador cuyo estilo de vida consiste (y depende) de una relación simbiótica con otros peces. Están clasificados como de alimentación obligada, lo que quiere decir que obtienen virtualmente toda su nutrición consumiendo los parásitos, tejido muerto, mucosidad y otros desechos de los cuerpos, aletas, hocicos y agallas de otros peces.

Lo ideal sería mantener a este pez en un acuario de arrecife con muchos y diversos peces con ectoparásitos, básicamente para proporcionarle suficiente alimento natural para mantenerse sano.

En su hábitat natural se alimentan constantemente al realizar sus actividades normales de servicio de limpieza.

Este pez es solitario y a diferencia de otros labridos solamente puede ser observado en parejas y no formando grandes grupos.

Es un pez pacífico y beneficioso pues mantiene a otros peces libres de parásitos. Mantiene una relación simbiótica con otros peces, que le proporcionan nutrición e incluso cierto grado de protección contra las tendencias depredadoras naturales de los peces más grandes. Este pez incluso puede limpiarles el hocico a las anguilas. Los peces acuden a su “estación de limpieza” frecuentemente para ser limpiados.

Cuando no tiene “clientes” esperando, él realiza una curiosa “danza” como “publicidad” para atraerlos o para calmarlos y le permitan realizar su trabajo correctamente.

No se puede determinar visualmente el sexo de estos peces, y nunca han sido propagados en cautiverio.

Fuentes del artículo:

Animal world, Saltaquarium y Fishbase 

Origen de la imagen:

http://www.fishbase.org

Colaboración de:

Jessica Romero Saldivar (AtOmIcFaRt)

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