Labroides Rubrolabiatus

Nombre científico: Labroides rubrolabiatus
Nombre común en inglés: Redlip cleaner wrasse
Nombre común en español: Labrido limpiador de labios rojos
Familia: Labridae
Origen: Océano Pacífico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40

Información, cuidados y curiosidades: El pez labrido limpiador de labios rojos Labroides rubrolabiatus fue descrito por primera vez por Randall en 1958.

Es originario del este del Océano Pacífico, de la zona que abarca desde Samoa a las islas Line, la Polinesia Francesa y el Grupo Pitcairn.

Vive a profundidades que van de 1 a 32 m, en las lagunas y en los arrecifes protegidos de las corrientes marinas.

Es obligatoriamente un pez limpiador y picotea los crustáceos parásitos de los demás peces. Es monógamo, nada como si estuviera bailando y pasa la noche descansando en un capullo elaborado con mucosa.

Es un pez muy atractivo. Su cuerpo es alargado y comprimido. Su cabeza es estrecha, su hocico es puntiagudo, su boca es pequeña y sus labios son gruesos y carnosos.

Su coloración corporal es de color naranja, su aleta caudal es negra con los bordes inferior y superior de color blanco. En la cabeza, desde la punta de su hocico hasta detrás de sus opérculos branquiales tiene una franja de color café oscuro y la parte superior e inferior de su cabeza son de color blanco.

Se desconoce cuánto tiempo puede llegar a vivir.

Este pez puede llegar a medir alrededor de 9 cm.

Este pez es extremadamente difícil de mantener en cautiverio, aunque es muy dócil y tranquilo, de todos los Labroides, este pez es el que menos posibilidades tiene de sobrevivir en un acuario. Aunque se alimente bien y se le proporcione una dieta adecuada, morirá en un par de semanas o un mes debido a la desnutrición.

A diferencia de los peces limpiadores “facultativos” como los gobios o los camarones, los labridos limpiadores dependen completamente de los parásitos, piel muerta y demás cosas que remueven de sus “clientes”. Esta actividad de limpieza es su principal fuente de alimento.

Puede adaptarse y aceptar alimentos preparados, pero morirá debido a la desnutrición.

Hasta mediados de los 90’s, los labridos limpiadores eran considerados peces benéficos para el acuario. Cientos de miles de estos pequeños peces fueron capturados para satisfacer la demanda de los acuaristas. Pero de estos cientos de miles de peces, solamente unas cuantas decenas sobrevivieron y prosperaron en cautiverio.

Conforme se fue conociendo más acerca de sus requerimientos especializados y se supo de la extrema dificultad para mantenerlos en cautiverio, estos peces nunca más han vuelto a ser considerados adecuados para un acuario marino. Nunca deben ser adquiridos pues es fomentar que se sigan depredando sus poblaciones naturales y que sigan siendo condenados a una horrible muerte por desnutrición.

El pez Labroides rubrolabiatus es carnívoro. Tal como su nombre lo indica, es un pez limpiador cuyo estilo de vida consiste (y depende) de una relación simbiótica con otros peces. Están clasificados como de alimentación obligada, lo que quiere decir que obtienen virtualmente toda su nutrición consumiendo los parásitos, tejido muerto, mucosidad y otros desechos de los cuerpos, aletas, hocicos y agallas de otros peces.

Lo ideal sería mantener a este pez en un acuario de arrecife con muchos y diversos peces con ectoparásitos, básicamente para proporcionarle suficiente alimento natural para mantenerse sano.

En su hábitat natural se alimentan constantemente al realizar sus actividades normales de servicio de limpieza.

Este pez es solitario y a diferencia de otros labridos solamente puede ser observado en parejas y no formando grandes grupos.

Es un pez pacífico y beneficioso pues mantiene a otros peces libres de parásitos. Mantiene una relación simbiótica con otros peces, que le proporcionan nutrición e incluso cierto grado de protección contra las tendencias depredadoras naturales de los peces más grandes. Este pez incluso puede limpiarles el hocico a las anguilas. Los peces acuden a su “estación de limpieza” frecuentemente para ser limpiados.

Cuando no tiene “clientes” esperando, él realiza una curiosa “danza” como “publicidad” para atraerlos o para calmarlos y le permitan realizar su trabajo correctamente.

No se puede determinar visualmente el sexo de estos peces, y nunca han sido propagados en cautiverio.

Fuentes del artículo:

Animal world, Saltaquarium y Fishbase

Origen de la imagen:

http://www.fishbase.org

Colaboración de:

Jessica Romero Saldivar (AtOmIcFaRt)

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