Clepticus Parrae
Nombre científico: Clepticus parrae
Nombre común en inglés: Creole wrasse
Nombre común en español: Pez labrido criollo
Familia: Labridae
Origen: Océano Atlántico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40
Información, cuidados y curiosidades: El pez labrido criollo Clepticus parrae fue descrito por Bloch y Schneider en 1801.
Es originario del occidente del Océano Atlántico, desde Bermuda, el sureste de Florida, las Bahamas y al norte en Sudamérica.
Vive en las laderas de los arrecifes y ocasionalmente en los arrecifes más superficiales. Forma grandes cardúmenes, se alimenta de plancton, medusas pequeñas, pteropodos, tunicados pelágicos, diferentes tipos de larvas de invertebrados y permanece a una profundidad que va de los 8 a los 100 m.
Su coloración corporal general generalmente es violeta o púrpura, los peces más grandes presentan una mancha amarilla en los dos tercios inferiores del cuerpo, las partes largas de sus aletas dorsal, anales y pélvicas son negruzcas, la aleta caudal es emarginada en los juveniles y en los adultos es lunada.
El pez labrido C. Parrae puede llegar a medir 30 cm.
Este pez no requiere cuidados especiales para poder ser mantenido en cautiverio, aceptará casi cualquier tipo de comida y es fácil de mantener. No es un pez tímido, pero si se asusta rápidamente se esconderá en su guarida. El acuario debe estar decorado con rocas y corales que tengan muchos huecos y recovecos en los que pueda esconderse, incluso si es adulto. Puede saltar del acuario, por lo que hay que asegurarse que siempre esté bien tapado.
Es una excelente opción para cualquier acuario de arrecife, con muchos corales, invertebrados sessiles y/o peces, pero puede dañar a algunas especies pequeñas de camarones. Hay que seleccionar a sus compañeros, que no sean muy agresivos o depredadores
Como todos los labridos, este pez es planctívoro y está adaptado para alimentarse y sobrevivir alimentándose casi exclusivamente de plancton. En cautiverio hay que proporcionarle una dieta carnosa que incluya camarones, carne de pescado, fórmulas y alimentos congelados como mysis y artemias enriquecidas e incluso alimento en hojuelas. Son peces con mucha energía que deben ser alimentados de 2 a 3 veces al día. También se beneficia de las rocas vivas. Picoteándolas, se comerá los copépodos, amphipodos y demás microfauna que vive en ellas.
Como todos los labridos, este pez es muy activo y necesita ser alimentado frecuentemente. Hay que alimentarlo al menos dos veces al día. Como no daña los pólipos de ningún coral duro o blando, es una excelente adición a cualquier acuario marino de arrecife. Hay que asegurarse que tenga mucho espacio abierto para nadar y muchos huecos y recovecos entre las rocas vivas, en los que pueda esconderse y descansar.
Es un pez adecuado para un acuario comunitario pues generalmente no es agresivo con los demás peces e invertebrados. Sin embargo, son intolerantes con otros peces planctívoros pequeños.
Puede ser mantenido en parejas, pues uno cambiará al sexo apropiado. Sin embargo, tres machos de la misma especie serán intolerantes uno contra el otro. También pueden ser mantenidos con otros peces de su especie. Hay que introducirlos al mismo tiempo en el acuario, o cambiar el acomodo de las rocas vivas al introducir a un pez nuevo.
En su hábitat natural los peces de esta especie viven formando un harén que consiste en un macho dominante y varias hembras y juveniles. Este pez puede ser visto en solitario o formando pequeños grupos. En la naturaleza le gusta estar a una profundidad de más de 90 metros, donde los buzos expertos ocasionalmente llegan a verlos.
Fuentes del artículo:
Animal world y Fishbase
Origen de la imagen:
http://www.maestropescador.com
Colaboración de:
Jessica Romero Saldivar (AtOmIcFaRt)