Nombre científico: Hippocampus erectus
Nombre común en inglés: Lined seahorse, northern seahorse
Nombre común en español:Caballito de mar erecto o listado del Atlántico
Familia: Syngnathidae
Origen: Océano Atlántico
Parámetros ideales:
Salinidad: 1023 a 1025
Temperatura: 23 a 26º C
Calcio: 400 a 450 ppm
Alcalinidad: 8 a 12 dKH
Magnesio: 1200 a 1350
Estroncio: 8 a 10
PH: 8.10 a 8.40
Información, cuidados y curiosidades:

El Hippocampus erectus es una de las especies más grandes del género Hippocampus, pues llega a medir más de 5” de largo. Su posición erguida, cabeza parecida a la del caballo y una armadura articulada lo hacen parecer caballero de un juego de ajedrez. Posee una cola prensil que utiliza para sujetarse a las algas o a los corales. Las escamas fueron reemplazadas por cerca de 50 platos óseos rectangulares que recubren su cuerpo formando una coraza semi rígida. Sus colores típicos son el café. Negro, gris, verde, amarillo, naranja y rojo. Estos colores pueden cambiar según el medio ambiente, la dieta, el estrés, el humor y muchos otros factores. Algunos individuos poseen cirri, que son unos apéndices largos que posee en la cabeza, cuello y lomo, que lo ayudan a camuflarse en la naturaleza.

Puede mover los ojos independientemente o convergirlos para tener visión binocular. La característica más distintiva de los caballitos de mar es la bolsa parecida a la de los canguros que el macho posee en su vientre, que utiliza para la reproducción.

En la naturaleza vive en las praderas de algas o en los arrecifes coralinos, en profundidades que varían de los 5 a los 30 metros. Se desplaza básicamente moviendo rápidamente su aleta dorsal y sus aletas pectorales. Es tan lento nadando que se tarda más de 5 minutos en nadar de un lado al otro de una tina de baño. También es un pez monógamo. Escoge una pareja y permanece con ella literalmente “hasta que la muerte los separe”. Cada mañana la pareja se hace danzas de saludos para reafirmar su unión. Si uno de ellos muere, el otro le guarda luto y es muy difícil que busque una nueva pareja.

Como en todos los caballitos de mar, los sonidos tienen especial importancia durante el ritual de cortejo. En la parte posterior de sus cabezas poseen una cresta ósea en forma de estrella llamada coroneta. Esta cresta posee una articulación con el borde trasero del cráneo. Cuando el caballito de mar levanta rápidamente su cabeza, este borde se desliza debajo de la coroneta. Al bajar de nuevo la cabeza, el borde se destraba y emite el chasquido. Un romántico cortejo de caballitos de mar incluye nado lento en parejas o individualmente acompañado de sonoros chasquidos producidos por sus coronetas. Emiten los chasquidos alternativamente y durante el apareamiento estos chasquidos son continuos. Este ritual puede durar dos horas o más. La hembra es la que inicia el cortejo y después de un buen rato, entrelaza su cola con la del macho. La hembra introduce su ovopositor en el orificio de la bolsa y deposita los óvulos que son inmediatamente fecundados al pasar por el orificio de entrada de la bolsa del macho.

Enseguida, el macho realiza movimientos que sirven para acomodar los óvulos fecundados en su bolsa. Los huevos eclosionan algunos dias después y los embriones quedan seguros y bien protegidos dentro de la bolsa del macho. La sangre que circula por los capilares de esta bolsa distribuyen el material nutritivo por ósmosis a los embriones.  Después de cinco semanas nacen los alevines, que miden aproximadamente cuatro milímetros en promedio, e inmediatamente nadan hacia la superficie pues necesitan llenar de aire su vejiga natatoria. Es prácticamente imposible reproducir a los H. Erectus en cautiverio pues, si en la naturaleza sobreviven aproximadamente el 5% de las crías, ya podrán imaginarse en cautiverio.

Como todas las especies de caballitos de mar, el H. Erectus requiere comida viva. Son incapaces de nadar lo suficientemente rápido para perseguir a sus presas. En vez de eso, utiliza su alargado hocico como aspiradora para alimentarse de pequeños crustáceos, y tienen una puntería extraordinaria en el rango de 1”. Los juveniles pueden alimentarse hasta por 10 horas al día y consumir más de 3600 artemias recién eclosionadas en ese tiempo.

Son sumamente difíciles de mantener en cautiverio. Requieren acuarios específicos, mantener una temperatura exacta que varía de especie a especie, alimentación específica, son muy delicados y se enferman fácilmente.

De ninguna manera se recomienda adquirir esta especie pues es prácticamente imposible mantenerlos en cautiverio.